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At the Vet

Enfermedad de Gusano del Corazón en Animales de Compañía

Heartworm Disease
in Companion Animals

Enfermedad de Gusano del Corazón en Perros

MVZ Esp. Paola Moreno Estañol

La prevalencia global de la enfermedad es notable, particularmente en zonas templadas, tropicales y subtropicales. Las presentaciones clínicas varían desde condiciones asintomáticas hasta graves, incluyendo enfermedades de la arteria pulmonar, pulmones y corazón, con complicaciones como glomerulonefritis, anemia y trombocitopenia en casos crónicos. La transmisión es a través de mosquitos, con larvas que maduran en gusanos adultos del corazón. Las pruebas anuales de antígenos son cruciales para el diagnóstico, seguidas de tratamiento adulticida y pruebas posteriores al tratamiento. Se recomienda la profilaxis durante todo el año con preventivos mensuales debido a la gravedad y prevalencia de la enfermedad. Este documento tiene como objetivo proporcionar información completa sobre el diagnóstico, tratamiento y prevención, centrándose en perros como huéspedes primarios.

 

 

Panorama General

Etiología: Causada por el parásito Dirofilaria immitis.

Hospedadores Primarios: Afecta principalmente a los cánidos, pero también se encuentra en gatos, hurones, leones marinos y otros mamíferos.

Distribución Geográfica: Ampliamente distribuida en zonas templadas, tropicales y subtropicales.

Prevalencia: Se estiman más de 1 millón de casos en EE. UU., con diversos factores de riesgo.

Transmisión: Vectorial, transmitida a través de la picadura de mosquitos.

Presentación Clínica: Varía desde sin síntomas hasta enfermedades graves del pulmón, corazón y arterias. Las infecciones crónicas pueden causar glomerulonefritis, anemia y trombocitopenia.

Casos Graves: Pueden llevar a condiciones críticas como el síndrome de la vena cava y la coagulación intravascular diseminada.

Diagnóstico: Pruebas anuales de antígenos para proteínas de gusanos adultos del corazón, seguidas de pruebas confirmatorias.

Tratamiento: Incluye la estabilización del paciente y terapia adulticida. Las pruebas posteriores al tratamiento confirman la eliminación del gusano del corazón.

Prevención: Se aconseja la profilaxis durante todo el año, utilizando preventivos mensuales que apuntan a las etapas inmaduras del parásito.

 

Ciclo de Vida de Dirofilaria Immitis

Transmisión Vectorial: Más de 70 especies de mosquitos pueden transmitir D. immitis, pero menos de quince son vectores clave.

 

Producción de Microfilarias: Las hembras adultas del gusano del corazón liberan microfilarias en la circulación del hospedador.

 

Desarrollo en el Mosquito:

   - La etapa L1 comienza después de que un mosquito ingiere microfilarias.

   - L1 progresa a L2 y luego a L3 en un período de 8 a 17 días, dependiendo de la temperatura.

 

Etapa L3:

   - Etapa infecciosa; transmitida a un nuevo hospedador, típicamente un canino, por el mosquito.

   - Mudanza a L4 en los tejidos del hospedador dentro de 1 a 12 días después de la infección.

 

Desarrollo de L4 a Adulto Inmaduro:

   - Ocurre en un período de 50 a 68 días después de la infección.

   - Los adultos inmaduros (de 1 a 2 cm de longitud) migran al sistema vascular, corazón y pulmones.

 

Maduración de los Gusanos Adultos:

   - Los machos crecen hasta 15-18 cm, las hembras hasta 25-30 cm.

   - La maduración final y el apareamiento ocurren en el corazón y los pulmones.

   - El ciclo completo desde la infección hasta los gusanos adultos maduros abarca aproximadamente 184 a 210 días.

 

Microfilaremia del Hospedador Canino:

   - Los caninos pueden volverse microfilaremicos tan pronto como a los 6 meses, típicamente entre los 7 a 9 meses después de la infección.

   - El número de microfilarias alcanza su punto máximo en las tardes y meses de verano.

 

Longevidad de los Gusanos del Corazón:

   - Los gusanos adultos del corazón pueden vivir de 5 a 7 años en perros.

   - Las microfilarias pueden sobrevivir hasta 30 meses.

 

Inicio de la Enfermedad del Gusano del Corazón:

   - La enfermedad comienza con la transición a la Etapa 5, lo que lleva a enfermedad vascular y pulmonar caracterizada por eosinofilia.

   - Las primeras etapas de la enfermedad a menudo preceden a las capacidades de diagnóstico actuales.

 

 

Fisiopatología de la Enfermedad del Gusano del Corazón

Ubicación Primaria y Daño: Los gusanos adultos del corazón habitan principalmente en el sistema arterial pulmonar, no en el corazón, causando daños significativos en las arterias pulmonares y los pulmones.

 

Factores de Severidad: La gravedad de las lesiones y el impacto clínico están influenciados por la carga de gusanos, la duración de la infección y las interacciones huésped-parásito, incluyendo sustancias tóxicas, respuestas inmunes y trauma físico.

 

Impacto Vascular y Pulmonar: Los gusanos del corazón pueden causar obstrucción vascular, daño endotelial y lesiones proliferativas, conduciendo a condiciones como el tromboembolismo pulmonar (TEP), la neumonitis eosinofílica y la consolidación pulmonar.

 

Implicaciones Cardíacas: El aumento de la resistencia vascular pulmonar puede resultar en una sobrecarga de presión en el corazón derecho, llevando a hipertrofia excéntrica y potencialmente a insuficiencia cardíaca derecha. Problemas secundarios pueden incluir insuficiencia tricuspídea y arritmias.

 

Infarto Pulmonar y Edema: Estos son raros debido a la circulación colateral del pulmón. El aumento de la permeabilidad vascular puede causar edema perivascular, generalmente no indicativo de insuficiencia cardíaca izquierda.

 

Rol del Ejercicio: La actividad física puede exacerbar la enfermedad vascular pulmonar, la enfermedad del gusano del corazón tromboembólica (HWD) y la hipertensión pulmonar (HTP), con lesiones más graves observadas en perros activos y al aire libre.

 

TEP Post-Adulticida: El riesgo de tromboembolismo pulmonar puede aumentar después del tratamiento adulticida, especialmente si se combina con ejercicio.

 

Lesiones Parenquimatosas Pulmonares: Estas pueden resultar de neumonitis eosinofílica en HWD oculta o de granulomatosis eosinofílica pulmonar.

 

Efectos Sistémicos: Pueden incluir proteinuria, posible insuficiencia renal y migración aberrante de los gusanos del corazón que conduce a trombosis neuromuscular, ocular y arterial sistémica.

 

Rol de Wolbachia pipientis: Esta bacteria simbiótica dentro de los gusanos del corazón es crucial para su desarrollo y sus proteínas pueden exacerbar las reacciones inflamatorias durante la muerte del gusano.

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Signos Clínicos de la Enfermedad del Gusano del Corazón Canino (HWD) Crónica

Variación de Síntomas: Depende de la severidad y duración de la infección, afectando principalmente las arterias pulmonares, pulmones y corazón.

 

Casos Asintomáticos: La mayoría de los perros con infección por gusano del corazón (HWI) no muestran síntomas.

 

Signos Clínicos Comunes:

   - Pérdida de peso

   - Intolerancia al ejercicio

   - Letargia

   - Mal estado físico

   - Tos

   - Dificultad respiratoria

   - Síncope

   - Ascitis 

 

Hallazgos en el Examen Físico:

   - Pérdida de peso detectable

   - Anormalidades en los sonidos cardíacos

   - Soplos cardíacos

   - Ritmo de galope cardíaco

 

Indicadores de Insuficiencia Cardíaca Derecha:

   - Distensión de la vena yugular

   - Agrandamiento del hígado y bazo

   - Acumulación de líquido en el abdomen

 

Arritmias Cardíacas:

Raras en HWD crónica.

 

Síntomas Relacionados con los Pulmones:

   - Tos persistente

   - Crepitaciones pulmonares

   - Síntomas raros de granulomatosis: sonidos pulmonares apagados, dificultad para respirar, cianosis

 

Síntomas de Tromboembolismo Pulmonar (PTE) Masivo:

   - Dificultad respiratoria severa

   - Fiebre

   - Tos con sangre

 

Panorama General del Diagnóstico de la enfermedad del gusano del corazón (HWD)

Detección de Microfilarias:

Comúnmente utilizada para identificar la infección por gusano del corazón (HWI) mediante la detección de microfilarias (Mf) en sangre. La prueba de Knott modificada y la filtración por millipore son métodos sensibles, pero no pueden descartar concluyentemente la HWI debido a posibles falsos negativos y a infecciones amicrofiláricas.

 

Pruebas Inmunodiagnósticas de Antígenos:

Estas pruebas detectan antígenos de gusanos del corazón hembras adultos, aunque pueden no detectar infecciones nuevas o de baja carga. Algunas pueden estimar la carga de gusanos basándose en los niveles de antígenos. La prueba ELISA se utiliza comúnmente para monitorear la efectividad de la terapia adulticida, con niveles de antígenos que típicamente caen a indetectables dentro de 8 a 12 semanas después del tratamiento exitoso.

 

Radiografía:

Las radiografías torácicas ayudan a evaluar la severidad de la HWD y los cambios pulmonares, pero no son efectivas como herramienta de detección primaria. Pueden mostrar agrandamiento del corazón y las arterias pulmonares, y cambios en los pulmones debido al daño del gusano del corazón.

 

Electrocardiografía (ECG):

Útil para detectar arritmias, pero menos sensible para detectar agrandamiento del corazón. Los cambios en el ECG que sugieren agrandamiento del ventrículo derecho se consideran precisos para el diagnóstico de HWD.

 

Ecocardiografía:

Sensible para detectar cambios en el corazón causados por la HWD, incluyendo dimensiones alteradas y movimientos anormales de las cámaras cardíacas.

 

Patología Clínica:

Las pruebas de laboratorio pueden respaldar el diagnóstico de HWD. Los hallazgos a menudo incluyen anemia, eosinofilia y cambios en los niveles de enzimas hepáticas.

 

Biomarcadores:

Se están explorando biomarcadores como la proteína C-reactiva y la troponina cardíaca para la etapificación de HWI y el monitoreo de la terapia, pero su aplicación clínica requiere más investigación.

 

Detección Temprana: 

Ideal para diagnosticar la HWD antes del inicio de los signos clínicos, con pruebas anuales recomendadas para perros en áreas endémicas, especialmente sin tratamiento preventivo.

 

Limitaciones de los Conteos de Microfilarias:

El conteo de Mf en sangre no se correlaciona con la severidad de la infección; pueden ocurrir falsos negativos, especialmente con bajos conteos de Mf o muestras pequeñas de sangre.

 

Importancia de las Pruebas Combinadas:

En perros positivos para antígenos, se recomienda una prueba de microfilarias para una evaluación completa. Combinar pruebas de antígenos y microfilarias es útil, especialmente en perros sin tratamientos preventivos.

 

Posible Subestimación de Infecciones:

Puede haber una subestimación en infecciones con pruebas positivas de microfilarias y negativas de antígenos, posiblemente debido a complejos de anticuerpos-antígenos.

 

Pruebas inmunodiagnósticas de antígenos utilizadas en el diagnóstico de infecciones por gusano del corazón (HWI)

Infecciones Amicrofiláricas: 

   - Ocurren en aproximadamente el 10-20% de los perros que no están en preventivos de lactona macrocíclica (ML).

   - Comunes en infecciones en etapas tempranas, de un solo sexo, destrucción inmunomediada de microfilarias (Mf) o condiciones inducidas por medicamentos.

   - Los perros en preventivos ML típicamente muestran amicrofilaremia.

 

Utilización de Pruebas de Antígenos:

   - Altamente sensibles y específicas, principalmente utilizadas para detección y casos sospechosos de HWI.

   - Detectan principalmente antígenos de gusanos del corazón hembras adultos.

 

Sensibilidad y Especificidad de las Pruebas de Antígenos:

   - Varía con la carga de gusanos hembras: 64% de sensibilidad para un gusano, aumentando a 85-89% para dos a cuatro gusanos.

   - Alta especificidad del 97%.

 

Pruebas de Antígenos ELISA:

   - Pueden predecir semi-cuantitativamente las cargas de gusanos basándose en los niveles de antígenos.

   - Los niveles de antígenos típicamente disminuyen a indetectables dentro de 8-12 semanas después del tratamiento exitoso.

 

Recomendaciones de la AHS:

   - Prefiere el término "sin antígeno detectado" sobre "negativo" para resaltar las limitaciones en la detección de ciertos tipos de HWI.

 

Impacto de la Terapia ML:

   - Las terapias ML pueden eliminar las Mf dentro de 6-8 meses.

   - Las pruebas de microfilarias no son adecuadas para perros en preventivos ML, pero aún tienen valor suplementario.

 

Tratamiento Térmico del Suero:

   - Mejora la detección del antígeno de D. immitis.

   - Involucra calentar el suero a aproximadamente 40°C durante 10 minutos para desnaturalizar las proteínas que se unen a los antígenos del gusano del corazón, aumentando la sensibilidad de la prueba.

   - Utilizado particularmente en casos donde las pruebas estándar arrojan resultados negativos a pesar de signos clínicos o presencia de microfilarias.

 

Hallazgos del Estudio:

   - El tratamiento térmico aumentó la sensibilidad de la prueba del 86.9% al 94.6%.

   - La especificidad se redujo ligeramente del 97.8% al 96.1%

 

Radiografía Torácica en el Diagnóstico de la Enfermedad del Gusano del Corazón (HWD)

 

Detección y Evaluación de Severidad:

Aunque la radiografía no es efectiva para la detección inicial de la infección por gusano del corazón (HWI), es excelente para detectar HWD, evaluar su gravedad, evaluar cambios en el tejido pulmonar e identificar otros posibles diagnósticos.

 

Anormalidades Radiográficas Comunes:

En perros infectados con gusano del corazón, los signos radiográficos comunes incluyen:

   - Agrandamiento del ventrículo derecho (60% de los casos).

   - Aumento de prominencia de la arteria pulmonar principal (70%).

   - Aumento del tamaño y densidad de las arterias pulmonares (50%).

   - Tortuosidad y "poda" de la arteria pulmonar (50%).

   - Si hay insuficiencia cardíaca, se puede observar agrandamiento de la vena cava caudal, hígado, bazo, derrame pleural y ascitis.

 

Proyecciones Radiográficas: 

   - La proyección ventrodorsal es preferida para evaluar la silueta del corazón y es menos estresante para el paciente.

   - La proyección dorsoventral es mejor para evaluar los vasos pulmonares lobulares caudales.

   - La proyección lateral es mejor para evaluar la arteria pulmonar craneal.

 

Evaluación del Parénquima Pulmonar:

La radiografía puede evaluar efectivamente el tejido pulmonar. En la neumonitis, se observa a menudo una densidad mixta intersticial a alveolar, típicamente más severa en los lóbulos pulmonares caudales. La granulomatosis pulmonar nodular eosinofílica muestra nódulos intersticiales, linfadenopatía bronquial y, a veces, derrame pleural. El tromboembolismo pulmonar (PTE) se indica por infiltrados intersticiales y alveolares coalescentes, especialmente en los lóbulos caudales, lo que sugiere un aumento de la permeabilidad vascular pulmonar y la inflamación. La consolidación puede ocurrir con embolización masiva o infarto pulmonar.

 

Electrocardiografía y Ecocardiografía en el Diagnóstico de la Enfermedad del Gusano del Corazón (HWD)

 

Electrocardiografía (ECG):

Detección de Arritmias:

El ECG es útil para detectar arritmias, pero generalmente es menos sensible para identificar el agrandamiento de las cámaras cardíacas en HWD en comparación con la radiografía y la ecocardiografía.

 

Limitaciones:

Si la radiografía no indica HWD, el ECG probablemente no sea útil excepto para arritmias, que son raras en HWD (2-4% de los casos) excepto en casos con Síndrome de Caval (CS) e insuficiencia cardíaca.

 

Evidencia de Apoyo:

El ECG puede respaldar el diagnóstico de HWD si muestra un patrón de agrandamiento del ventrículo derecho. Estudios encontraron anormalidades en el ECG en el 38-62% de los perros con cambios ecocardiográficos moderados a severos debido a HWD.

 

Parámetros Sensibles:

Parámetros específicos de ECG, como ondas S en la derivación II más profundas de 0.8 mV, eje eléctrico medio mayor de 103 grados y múltiples parámetros que indican agrandamiento del corazón derecho, son más sensibles para la detección de HWD. La presencia de P-pulmonale (ondas P altas) es rara en HWD.

 

Ecocardiografía:

Sensibilidad:

La ecocardiografía es más sensible para detectar cambios en la dimensión diastólica, la función septal y del ventrículo derecho.

 

Movimiento Septal Anormal:

Se ha observado movimiento septal anormal en algunos casos de HWD.

 

Relación de Dimensiones:

La relación de dimensiones internas ventriculares izquierda-derecha, normalmente de 3 a 4, se reduce a un promedio de 0.7 en casos de  HWD.

 

Detección de Gusanos:

La ecocardiografía a veces puede demostrar gusanos del corazón en la arteria pulmonar, y menos frecuentemente en el ventrículo derecho, excepto en casos con CS o altas cargas de gusanos.

 

 

 

Patología Clínica en el Diagnóstico y Manejo de la Enfermedad del Gusano del Corazón (HWD)

 

Anormalidades Hematológicas y Químicas del Suero:

Se utilizan frecuentemente para proporcionar evidencia de apoyo para HWD y evaluar enfermedades concurrentes. Los hallazgos comunes incluyen:

   - Anemia leve, no regenerativa, en el 10% de los casos leves a moderados, y hasta el 60% en casos severos.

   - Neutrofilia en el 20-80% de los casos.

   - Eosinofilia en hasta el 85% y basofilia en aproximadamente el 60% de los casos.

   - Trombocitopenia después de la terapia con arsenicales.

   - Actividad elevada de enzimas hepáticas y ocasionalmente hiperbilirrubinemia en casos severos.

   - Azotemia en el 5% de los casos, potencialmente debido a la deshidratación o insuficiencia cardíaca.

   - Albuminuria en el 10-30% de los casos, conduciendo a hipoproteinemia en enfermedades glomerulares severas.

 

Citología Traqueobronquial:

Útil particularmente en perros con tos, neumonitis, HWD oculta y evidencia radiográfica mínima de HWD. El examen microscópico puede revelar infiltrado eosinofílico y ocasionalmente microfilarias.

 

Análisis de Líquido Abdominal:

En casos de insuficiencia cardíaca congestiva (CHF), típicamente muestra un transudado modificado. Los perros con HWD e insuficiencia cardíaca derecha tienen una presión venosa central (CVP) elevada, pero puede desarrollarse ascitis en CVP más bajas si hay hipoproteinemia.

 

Biomarcadores:

Estudios recientes han explorado biomarcadores para HWI/HWD. Niveles elevados de proteína C reactiva (CRP) se correlacionan con daño en la arteria pulmonar y tromboembolismo pulmonar (PTE). Los niveles de dímero-D, troponina cardíaca I y mioglobina están anormalmente altos en HWD, indicando PTE y daño miocárdico. La aplicación clínica de estos biomarcadores para el diagnóstico y evaluación de HWI/HWD requiere más estudio.

 

 

Prevención de la enfermedad del gusano del corazón (HWD)

Desafíos de Prevención:

Los principales obstáculos en la prevención de HWD incluyen la ignorancia o malentendido de los propietarios sobre la infección por gusanos del corazón (HWI), la falta de cumplimiento y la instrucción veterinaria inadecuada. Los estudios muestran que menos de un tercio de los perros bajo cuidado reciben profilaxis adecuada contra los gusanos del corazón.

 

Lactona Macrocíclica (ML):

Introducidos en 1987, los ML como ivermectina, oxima de milbemicina, selamectina y moxidectina se derivan de microorganismos del suelo Streptomyces. Son preventivos efectivos contra los gusanos del corazón, administrados oralmente, tópicamente o por inyección, con una amplia ventana de eficacia. También tienen propiedades microfilaricidas y algunos tienen actividad adulticida si se usan a largo plazo. Sin embargo, existe una creciente preocupación por la resistencia de los gusanos del corazón a los ML.

 

Ivermectina:

Un derivado de la avermectina, efectivo contra varios parásitos y comercializado para la prevención de gusanos del corazón. Ofrece un efecto "de alcance", proporcionando protección incluso con lapsos en la administración. La ivermectina tiene propiedades microfilaricidas y potencialmente adulticidas, pero se debe tener cuidado en razas con la mutación del gen ABCB1 debido a riesgos de toxicidad.

 

Oxima de Milbemicina:

Efectiva contra las etapas larvarias de los gusanos del corazón y ciertos gusanos intestinales. Tiene un efecto "de alcance" de dos meses pero puede causar reacciones adversas en perros microfiláremicos.

 

Moxidectina:

Inicialmente comercializada como un preventivo oral contra los gusanos del corazón, también está disponible en formas tópicas e inyectables. Es microfilaricida y segura para razas con la mutación ABCB1, pero no se recomienda para animales muy jóvenes.

 

Selamectina:

Un ML semisintético que ofrece protección de amplio espectro con uso tópico. Tiene un efecto "de alcance" y es efectiva contra gusanos del corazón, pulgas y otros parásitos.

 

Eprinomectina:

Originalmente para el ganado, ahora disponible para gatos. Tiene buena biodisponibilidad y eficacia contra gusanos del corazón y otros parásitos.

 

Estrategias de Prevención:

La profilaxis debe comenzar a las 6-8 semanas de edad en áreas endémicas. Algunos abogan por la prevención durante todo el año, aunque es controvertido debido a la transmisión estacional de los gusanos del corazón. Para perros mayores de 6 meses, se recomienda realizar pruebas antes de comenzar con los ML. En caso de lapsos en la administración preventiva, se aconseja realizar pruebas de HWI 7-8 meses después de la última exposición posible.

 

Insecticidas Repelentes:

Los repelentes a base de permetrina son efectivos contra los mosquitos, reduciendo así el riesgo de transmisión de gusanos del corazón. Proporcionan una capa adicional de protección, especialmente contra cepas de gusanos del corazón resistentes a los ML.

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​Medicamentos para prevenir la Dirofilaria (gusanos del corazón)

 

Ivermectina:

   - Dosis: 6 a 12 mcg/kg/mes.

   - Mejor momento para administrar: Mensualmente, a partir de las 6 semanas de edad.

   - Nota: Tiene un efecto "de alcance" de hasta 2 meses; también es microfilaricida.

 

Oxima de Milbemicina:

   - Dosis: 0.5 a 1 mg/kg.

   - Mejor momento para administrar: Mensualmente, a partir de los 2 meses de edad.

   - Nota: Efectiva contra las etapas larvarias en desarrollo; tiene un efecto "de alcance" de 2 meses; también es un parasiticida de amplio espectro.

 

Moxidectina:

   - Dosis: Varía dependiendo  de la formulación (oral, tópica o inyectable).

   - Mejor momento para administrar: Mensualmente para las formas orales y tópicas; cada 6 o 12 meses para la forma inyectable.

   - Nota: Segura en Collies y otras razas con la mutación ABCB1; no recomendada para perros menores de 6 meses o gatos.

 

Selamectina:

   - Dosis: 6 a 12 mg/kg tópicamente.

   - Mejor momento para administrar: Mensualmente, a partir de las 6 semanas de edad para cachorros.

   - Nota: Protección de amplio espectro; tiene al menos un efecto "de alcance" de 2 meses.

 

Eprinomectina:

   - Dosis: No especificada para perros; para gatos, es parte de un producto combinado.

   - Mejor momento para administrar: Tópicamente, según se indique para gatos.

   - Nota: Utilizado principalmente en ganado y gatos; no se usa comúnmente en perros.

 

Para todos estos medicamentos, es importante:

- Comenzar la profilaxis a más tardar a las 6 a 8 semanas de edad en áreas endémicas.

- Realizar pruebas en perros mayores de 6 meses antes de iniciar el tratamiento.

- Mantener una administración consistente sin interrupciones para una protección óptima.

  • Entender la capacidad de "alcance" pero no depender de ella para la prevención de rutina.

 

 

 

Terapia adulticida para la enfermedad del gusano del corazón (HWD)

 

Melarsomina:

Reemplazando a la tiacetarsamida (Caparsolato), la melarsomina (Immiticide) es un organoarsénico utilizado para tratar HWD. Es más seguro y efectivo que su predecesor. Tiene una alta tasa de eficacia (90% con dos dosis, 99% con terapia repetida), pero un 90% de eliminación de gusanos no garantiza que todos los perros estén libres de infección. Pueden ocurrir reacciones adversas, incluyendo eventos tromboembólicos, por lo que la restricción de ejercicio post-tratamiento es crucial. El protocolo de dosis dividida (una inyección seguida de dos más un mes después) es más seguro, especialmente en casos graves, pero implica más gasto y administración de arsénico.

 

Protocolo de Dosis Dividida:

Este método implica una dosis inicial de la mitad para matar el 50% de los gusanos, reduciendo la posibilidad de complicaciones embólicas. El régimen de dos dosis subsiguientes sigue después de un mes. Este enfoque se recomienda para todos los casos a menos que surjan problemas financieros o de salud (como enfermedades renales o hepáticas graves). Ha mostrado mejores resultados, incluyendo una seroconversión más alta a estado negativo de antígenos, reducción del daño pulmonar y cardíaco, y mejor resolución de la proteinuria.

 

Pretratamiento con Doxiciclina e Ivermectina:

Administrar doxiciclina e ivermectina mensual durante un mes antes de la melarsomina reduce la gravedad de las lesiones pulmonares y proporciona otros beneficios.

 

Lactonas Macrocíclicas (ML) como Adulticidas:

Las ML como ivermectina, selamectina y moxidectina tienen algunas propiedades adulticidas pero no se recomiendan como tratamiento primario para gusanos del corazón adultos debido a una eficacia más baja en comparación con la melarsomina.

 

Restricción de Ejercicio:

Esencial después del tratamiento adulticida, puede requerir tranquilización o enjaulamiento en casa. La falta de restricción de ejercicio puede llevar a complicaciones tromboembólicas graves.

 

Proceso de Tratamiento:

Incluye diagnóstico inicial, una base de datos mínima (análisis de sangre, radiografía), inicio de la prevención con ML, y esperar hasta 2-3 meses antes de administrar melarsomina. Durante este tiempo, las larvas maduran a adultos, volviéndose susceptibles a la terapia adulticida.

 

Manejo de Reacciones Adversas:

En perros microfiláremicos, se pueden usar corticosteroides y antihistamínicos para reducir el riesgo de reacciones adversas a la primera dosis de MLs.

 

 

Terapias quirúrgicas y auxiliares para la enfermedad del gusano del corazón (HWD)

 

Terapia Quirúrgica

Método:

Se describió un método utilizando pinzas de cocodrilo flexibles para la extracción mecánica de gusanos, mostrando un 90% de efectividad en un estudio de 36 perros.

 

Seguridad y Eficacia:

Esta técnica se considera segura en manos hábiles y ha mostrado mejores resultados que la melarsomina, con menos casos de tromboembolismo pulmonar (PTE) y Síndrome de Caval (CS).

 

Limitaciones:

Requiere anestesia general, operadores hábiles, fluoroscopia, y puede que no erradique completamente los gusanos del corazón. La administración postquirúrgica de melarsomina puede seguir siendo necesaria.

 

 

 

Corticosteroides

Uso en HWD:

La prednisona, un esteroide comúnmente utilizado, puede reducir la arteritis pulmonar, pero puede empeorar las lesiones vasculares proliferativas. Se utiliza para complicaciones pulmonares, para tratar o prevenir reacciones a microfilaricidas y posiblemente para minimizar la reacción tisular a la melarsomina.

 

Dosis y Administración:

La prednisona se administra al principio durante 3-5 días y se continúa o reduce según sea necesario. Sin embargo, se aconseja precaución debido a posibles efectos adversos.

 

Aspirina

Rol en HWD:

Se ha estudiado la aspirina por sus propiedades antitrombóticas en HWD, con resultados mixtos. Aunque puede reducir el daño vascular y mejorar las condiciones pulmonares, estudios recientes han mostrado resultados controvertidos.

 

Uso:

Si se utiliza, se comienza 1-3 semanas antes y se continúa 4-6 semanas después de la administración de adulticida, con monitoreo del volumen de células empaquetadas y proteína total en suero.

 

Terapia con Heparina

Aplicación:

Estudiada en casos graves de HWD, especialmente con insuficiencia cardíaca, la heparina mostró reducción de complicaciones tromboembólicas en comparación con la aspirina. Se administra antes y después de la terapia adulticida.

 

Doxiciclina

Importancia:

La doxiciclina ataca a Wolbachia, un endosimbionte en los gusanos del corazón, y es beneficiosa en el manejo de HWI. Se ha demostrado que reduce la carga de gusanos del corazón, PTE después de la terapia con melarsomina y ayuda en el enfoque de eliminación lenta con ivermectina.

 

Régimen de Tratamiento:

Varios regímenes que combinan doxiciclina con ivermectina han sido efectivos en infecciones experimentales.

 

 

Terapia microfilaricida para la enfermedad del gusano del corazón (HWD)

Momento Tradicional:

La terapia microfilaricida generalmente comienza de 3 a 6 semanas después de la administración de adulticida.

 

Lactonas Macrocíclicas (ML):

ML como ivermectina y milbemicina oxima son alternativas seguras y efectivas a fármacos más antiguos para la eliminación de microfilaria. La ivermectina a 50 mcg/kg (ocho veces la dosis preventiva) y la milbemicina oxima a 0.5 mg/kg (dosis preventiva) se usan de manera extraoficial para la eliminación rápida de microfilaria.

 

Reacciones Adversas:

Estas pueden ocurrir, particularmente en perros con altas cargas de microfilaria. Las reacciones incluyen shock, depresión, hipotermia y vómitos. El tratamiento con fluidos y corticosteroides (dexametasona) es efectivo para manejar estas reacciones. La difenhidramina y la dexametasona también pueden administrarse preventivamente.

 

Tasa de Eliminación de Microfilaria Más Lenta:

Se logra con dosis preventivas de ivermectina, selamectina y moxidectina tópica imidacloprida. Este enfoque es más seguro, con pocas posibilidades de reacciones adversas.

 

Aprobación de la FDA-CVM:

La imidacloprida-moxidectina tiene una afirmación de etiqueta de la FDA-CVM como microfilaricida.

 

Terapia Combinada con Doxiciclina:

Administrar doxiciclina junto con una ML (como ivermectina) elimina las microfilaria de manera rápida y segura.

 

Enfoque Alternativo del Autor:

Comenzar la administración de una ML y doxiciclina al diagnóstico, antes de la terapia adulticida. Este método es más simple, seguro y proporciona protección inmediata contra una mayor infección por gusanos del corazón.

 

Precauciones y Consejos de Administración:

Se debe informar a los dueños sobre el potencial de reacciones adversas, especialmente con grandes cargas de micro filaria. La primera dosis de milbemicina oxima, si se utiliza, debe administrarse en un entorno hospitalario, potencialmente con pretratamiento con dexametasona y difenhidramina.

 

 

Complicaciones y síndromes específicos relacionados con la enfermedad del gusano del corazón (HWD)

 

Infección Asintomática por Gusanos del Corazón: 

   - La mayoría de los perros con HWD son asintomáticos pero pueden desarrollar síntomas después de la terapia adulticida debido a tromboembolismo pulmonar (PTE).

   - El tratamiento implica melarsomina en un régimen de dosis dividida y un preventivo de lactona macrocíclica (ML).

   - El riesgo de PTE puede estimarse mediante la semi-cuantificación de la carga de gusanos y la gravedad de las lesiones radiográficas.

   - Los corticosteroides o la heparina pueden usarse para manejar casos de alto riesgo.

 

Glomerulonefritis: 

   - Común en HWD crónica, plantea un dilema terapéutico cuando se presenta con proteinuria y azotemia.

   - El enfoque de tratamiento incluye hospitalización y fluidos intravenosos antes de administrar la primera dosis de melarsomina.

 

Neumonitis Eosinofílica: 

   - Afecta al 14% de los perros con HWD, a menudo al principio del curso de la enfermedad.

   - Los signos incluyen tos, disnea, pérdida de peso e intolerancia al ejercicio.

   - La prednisona reduce eficazmente los signos clínicos y los hallazgos radiográficos.

 

Granulomatosis Eosinofílica: 

   - Una condición más grave pero rara.

   - El tratamiento con dosis más altas de prednisona puede inducir remisión, pero la recurrencia es común.

 

Embolismo Pulmonar: 

   - Puede ocurrir espontáneamente o después de la terapia adulticida, a menudo presentándose repentinamente después de no restringir el ejercicio.

   - El manejo incluye confinamiento estricto, terapia con oxígeno y posiblemente corticosteroides, con otras terapias como supresores de la tos y vasodilatadores siendo especulativas.

 

Insuficiencia Cardíaca Congestiva: 

   - Resulta de un aumento de la carga después de la válvula derecha debido a enfermedad arterial pulmonar crónica y tromboembolias.

   - El tratamiento se centra en reducir los signos de congestión, reducir la hipertensión pulmonar, mejorar el gasto cardíaco y atenuar la respuesta neurohumoral.

   - Los medicamentos utilizados incluyen diuréticos, inhibidores de la ECA, vasodilatadores y pimobendán.

 

Administración de Melarsomina en Insuficiencia Cardíaca: 

   - Si hay insuficiencia cardíaca antes de la terapia adulticida, se evita la melarsomina si la insuficiencia cardíaca es refractaria; de lo contrario, puede ofrecerse una vez que la respuesta clínica al manejo de la insuficiencia cardíaca sea positiva.

 

Enfoque de Eliminación Lenta: 

   - Empleado si la melarsomina no se puede usar debido a insuficiencia cardíaca, utilizando ivermectina y doxiciclina.

 

Restricción de Ejercicio: 

   - Muy aconsejada indefinidamente para mitigar el riesgo de complicaciones.

 

 

 

Complicaciones, síndromes específicos y pronóstico asociados con la enfermedad del gusano del corazón (HWD)

 

Síndrome de Caval (CS):

   - Una variante grave de HWD, que afecta principalmente a perros machos con grandes cargas de gusanos.

   - Caracterizado por gusanos en el atrio derecho y las venas cavas, lo que conduce a obstrucción de entrada, insuficiencia tricúspide e hipertensión pulmonar (HPT).

   - Los signos clínicos incluyen anemia hemolítica, disfunción hepatorenal y aparición aguda de síntomas como anorexia y debilidad.

   - El tratamiento implica terapia de fluidos y extracción quirúrgica de los gusanos del corazón del atrio derecho y las venas cavas.

   - El pronóstico es malo a menos que se extraigan con éxito los gusanos, con un alto riesgo de mortalidad.

 

Glomerulonefritis:

   - Común en HWD crónica, presenta un dilema de tratamiento en perros con proteinuria y azotemia.

   - Abordado con hospitalización, fluidos intravenosos y administración cautelosa de terapia adulticida.

 

Neumonitis Eosinofílica:

   - Complicación temprana en HWD, tratada eficazmente con prednisona.

 

Granulomatosis Eosinofílica:

   - Una condición más grave y rara, tratada con dosis más altas de prednisona y posiblemente medicamentos inmunosupresores.

 

Embolia Pulmonar:

   - Ocurre espontáneamente o después de la terapia adulticida.

   - Manejada con confinamiento, terapia de oxígeno, corticosteroides y otras medidas de apoyo.

 

Insuficiencia Cardíaca Congestiva:

   - Resulta de un aumento de la carga después de la válvula derecha debido a enfermedad arterial pulmonar crónica y tromboembolias.

   - Manejada con diuréticos, vasodilatadores y apoyo inotrópico.

 

Pronóstico:

   - Generalmente bueno para HWI asintomática, reservado para casos graves.

   - Después de la terapia adulticida, comienza la resolución de las manifestaciones subyacentes de HWD.

   - Malo en casos con complicaciones graves como DIC, CS, embolia pulmonar masiva o insuficiencia cardíaca.

   - Las lesiones glomerulares y los signos de insuficiencia cardíaca pueden resolverse con un tratamiento exitoso.

 

Migración Aberrante:

   - Ocurre cuando los gusanos del corazón migran a sitios inusuales como el cerebro, la médula espinal o los ojos.

   - El tratamiento varía según el sitio afectado, desde la extracción quirúrgica hasta el tratamiento sintomático.

 

REFERENCIAS:

  • American Heartworm Society (AHS): Latest guidelines on diagnosis, treatment, and prevention of heartworm disease. 

  • Côté, E. (2020). Côté's Clinical Veterinary Advisor: Dogs and Cats (4th ed.). Elsevier.

  • Ettinger, S.J. (2017). Textbook of Veterinary Internal Medicine (8th ed.). Elsevier. 

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Summary
Clinical Dog Examination

Enfermedad del Gusano del Corazon en Animales
Visión General

Overview of Heartworm Disease in Animals

At the Vet
Englsh

Canine Heartworm Disease

Paola Moreno Estanol

The disease's global prevalence is noted, particularly in temperate, tropical, and subtropical zones. Clinical presentations range from asymptomatic to severe conditions, including pulmonary artery, lung, and cardiac diseases, with complications like glomerulonephritis, anemia, and thrombocytopenia in chronic cases. Transmission is through mosquitoes, with larvae maturing into adult heartworms. Annual antigen testing is crucial for diagnosis, followed by adulticide treatment and post-treatment testing. Year-round prophylaxis with monthly preventives is recommended due to the disease's severity and prevalence. The document aims to provide comprehensive information on diagnosis, treatment, and prevention, focusing on dogs and domestic cats as primary hosts.

 

Overview:

Etiology: Caused by the parasite Dirofilaria immitis.

Primary Hosts: Primarily affects canids, but also found in cats, ferrets, sea lions, and other mammals.

Geographical Distribution: Widespread in temperate, tropical, and subtropical zones, notably in the Southeastern U.S. and Mississippi River Valley.

Prevalence: Over 1 million cases estimated in the U.S., with varying risk factors.

Transmission: Vector-borne, spread through mosquito bites.

Clinical Presentation: Varies from no symptoms to severe lung, heart, and arterial disease. Chronic infections can cause glomerulonephritis, anemia, and thrombocytopenia.

Severe Cases: May lead to critical conditions like caval syndrome and disseminated intravascular coagulation.

Diagnosis: Annual antigen testing for adult heartworm proteins, followed by confirmatory testing.

Treatment: Involves stabilization of the animal and adulticide therapy. Post-treatment testing confirms heartworm elimination.

Prevention: Year-round prophylaxis is advised, using monthly preventatives targeting immature stages of the parasite.

 

​

Life cycle of Dirofilaria immitis:

 

Vector Transmission: Over 70 mosquito species can transmit D. immitis, but less than fifteen are key vectors.

 

Microfilariae Production: Mature female heartworms release microfilariae into the host's circulation.

 

Development in Mosquito:

   - L1 stage begins after a mosquito ingests microfilariae.

   - L1 progresses to L2 and then to L3 within 8 to 17 days, depending on temperature.

 

L3 Stage:

   - Infective stage; transmitted to a new host, typically a canine, by the mosquito.

   - Molts to L4 in the host's tissues within 1 to 12 days post-infection.

 

L4 to Immature Adult Development:

   - Takes place over 50 to 68 days post-infection.

   - Immature adults (1 to 2 cm long) migrate to the vascular system, heart, and lungs.

 

Maturation of Adult Heartworms:

   - Males grow to 15-18 cm, females to 25-30 cm.

   - Final maturation and mating occur in the heart and lungs.

   - Complete cycle from infection to mature heartworms spans approximately 184 to 210 days.

 

Canine Host Microfilaremia:

   - Canines may become microfilaremic as early as 6 months, typically by 7 to 9 months post-infection.

   - Microfilariae numbers peak in evenings and summer months.

 

Longevity of Heartworms:

   - Adult heartworms can live 5 to 7 years in dogs.

   - Microfilariae may survive up to 30 months.

 

Onset of Heartworm Disease:

   - Disease begins with the transition to Stage 5, leading to vascular and lung disease marked by eosinophilia.

   - Early disease stages often precede current diagnostic capabilities.

 

 

 

Pathophysiology of Canine Heartworm Disease:

​

Primary Location and Damage: Adult heartworms primarily inhabit the pulmonary arterial system, not the heart, causing significant damage to pulmonary arteries and lungs.

 

Severity Factors: Lesion severity and clinical impact are influenced by worm burden, duration of infection, and host-parasite interactions, including toxic substances, immune responses, and physical trauma.

 

Vascular and Lung Impact: Heartworms can cause vascular obstruction, endothelial damage, and proliferative lesions, leading to conditions like pulmonary thromboembolism (PTE), eosinophilic pneumonitis, and pulmonary consolidation.

 

Cardiac Implications: Increased pulmonary vascular resistance can result in right heart pressure overload, leading to eccentric hypertrophy and potentially right heart failure. Secondary issues may include tricuspid insufficiency and arrhythmias.

 

Pulmonary Infarction and Edema: These are rare due to the lung’s collateral circulation. Increased vascular permeability may cause perivascular edema, usually not indicative of left heart failure.

 

Role of Exercise: Physical activity can exacerbate pulmonary vascular disease, thromboembolic heartworm disease (HWD), and pulmonary hypertension (PHT), with more severe lesions observed in active, outdoor dogs.

 

Post-Adulticidal PTE: The risk of pulmonary thromboembolism can increase following adulticide treatment, especially if combined with exercise.

 

Parenchymal Lung Lesions: These may result from eosinophilic pneumonitis in occult HWD or from pulmonary eosinophilic granulomatosis.

 

Systemic Effects: Can include proteinuria, potential renal failure, and aberrant migration of heartworms leading to neuromuscular, ocular, and systemic arterial thrombosis.

 

Role of Wolbachia pipientis: This symbiotic bacterium within heartworms is crucial for their development and its proteins can exacerbate inflammatory reactions during worm death.

 

 

 

Clinical signs of chronic Canine Heartworm Disease (HWD):

 

Symptom Variation: Depends on the severity and duration of the infection, primarily affecting the pulmonary arteries, lungs, and heart.

 

Asymptomatic Cases: Most dogs with heartworm infection (HWI) show no symptoms.

 

Common Clinical Signs:

  • Weight loss

  • Reduced exercise tolerance

  • Lethargy

  • Poor physical condition

  • Cough

  • Breathing difficulties

  • Fainting

  • Abdominal swelling

 

Physical Examination Findings:

  • Detectable weight loss

  • Heart sound abnormalities

  • Heart murmurs

  • Cardiac gallop rhythm

 

Right Heart Failure Indicators:

  • Jugular vein distension

  • Enlargement of liver and spleen

  • Accumulation of fluid in the abdomen

 

Cardiac Arrhythmias:

Uncommon in chronic HWD.

 

Lung-Related Symptoms:

  • Persistent cough

  • Pulmonary crackles

  • Rare granulomatosis symptoms: muffled lung sounds, difficulty breathing, cyanosis

 

Massive Pulmonary Thromboembolism (PTE) Symptoms:

  • Severe breathing difficulty

  • Fever

  • Coughing up blood

 

 

Overview of Diagnosis of heartworm disease (HWD) in dogs:

​

Microfilarial Detection:

Commonly used to identify heartworm infection (HWI) through detecting microfilariae (Mf) in blood. Modified Knott test and millipore filtration are sensitive methods but cannot conclusively rule out HWI due to potential false negatives and amicrofilaremic infections.

 

Immunodiagnostic Antigen Tests:

These tests detect antigens from adult female heartworms, though they may miss new or low-burden infections. Some can estimate worm burdens based on antigen levels. ELISA is commonly used to monitor adulticide therapy effectiveness, with antigen levels typically falling to undetectable within 8 to 12 weeks post-treatment.

 

Radiography:

Thoracic radiographs help assess the severity of HWD and pulmonary changes but are not effective as a primary screening tool. They can show heart and pulmonary artery enlargement and lung changes due to heartworm damage.

 

Electrocardiography (ECG):

Useful for detecting arrhythmias but less sensitive for heart enlargement. ECG changes suggesting right ventricular enlargement are considered accurate for HWD diagnosis.

 

Echocardiography:

Sensitive in detecting heart changes caused by HWD, including altered dimensions and abnormal heart chamber movements.

 

Clinical Pathology:

Laboratory tests can support HWD diagnosis. Findings often include anemia, eosinophilia, and liver enzyme level changes.

 

Biomarkers:

Studies are exploring biomarkers like C-reactive protein and cardiac troponin for HWI staging and therapy monitoring, but their clinical application requires more research.

 

Early Detection: 

Ideal to diagnose HWD before onset of clinical signs, with annual testing recommended for dogs in endemic areas, especially without preventive treatment.

 

Limitations of Microfilarial Counts:

Mf count in blood does not correlate with infection severity; false negatives can occur, especially with low Mf counts or small blood samples.

 

Importance of Combined Testing:

In antigen-positive dogs, a microfilarial test is recommended for complete assessment. Combining antigen and microfilarial tests is useful, especially in dogs not on preventive treatments.

 

Potential Underestimation of Infections:

There might be an underestimation in infections with positive microfilarial and negative antigen tests, possibly due to antibody-antigen complexing.

Immunodiagnostic antigen tests used in diagnosing heartworm infections (HWI) in dogs:

​

Amicrofilaremic Infections: 

   - Occur in about 10-20% of dogs not on macrocyclic lactone (ML) preventives.

   - Common in early-stage, single-sex infections, immune-mediated destruction of microfilariae (Mf), or drug-induced conditions.

   - Dogs on ML preventives typically display amicrofilaremia.

 

Antigen Tests Utilization:

   - Highly sensitive and specific, primarily used for screening and suspected HWI cases.

   - Mainly detect antigens from adult female heartworms.

 

Sensitivity and Specificity of Antigen Tests:

   - Varies with female worm burden: 64% sensitivity for one worm, increasing to 85-89% for two to four worms.

   - High specificity at 97%.

 

ELISA Antigen Tests:

   - Can semi-quantitatively predict worm burdens based on antigen levels.

   - Antigen levels typically decrease to undetectable levels within 8-12 weeks after successful treatment.

 

AHS Recommendations:

   - Prefers "no antigen detected" term over "negative" to highlight limitations in detecting certain HWI types.

 

Impact of ML Therapy:

   - ML therapies can clear Mf within 6-8 months.

   - Microfilarial tests are not suitable for dogs on ML preventives, but still hold supplemental value.

 

Heat Treatment of Serum:

   - Improves detection of D. immitis antigen.

   - Involves heating serum to about 104°F (40°C) for 10 minutes to denature proteins that bind to heartworm antigens, increasing test sensitivity.

   - Used particularly in cases where standard tests return negative results despite clinical signs or presence of microfilariae.

 

Study Findings:

   - Heat treatment increased test sensitivity from 86.9% to 94.6%.

   - Slightly reduced specificity from 97.8% to 96.1%.

 

Clinical Implications:

   - Highlights the complexity of heartworm infections and the need for improved diagnostic techniques.

   - Recommends caution in interpreting post-heat treatment positives.

   - Suggests further research for better detection of immature infections.

 

Study on Test Kits for Low Worm Burdens:

    - Compared different test kits for sensitivity and specificity.

    - Found microwell format and ELISA technology-based tests to be more sensitive.

    - Sensitivity varied with the number of adult female worms, being less effective in their absence.

 

Importance for Veterinary Practice:

    - Vets should consider the type of test kit and technology used, especially for low worm burden cases.

 

 

Thoracic radiography in diagnosing heartworm disease (HWD) in dogs:

 

Detection and Severity Assessment:

While radiography isn't effective for initial heartworm infection (HWI) screening, it's excellent for detecting HWD, assessing its severity, evaluating changes in lung tissue, and identifying other possible diagnoses.

 

Common Radiographic Abnormalities:

In heartworm-infected dogs, common radiographic signs include:

   - Right ventricular enlargement (60% of cases).

   - Increased prominence of the main pulmonary artery (70%).

   - Increased size and density of the pulmonary arteries (50%).

   - Pulmonary artery tortuosity and "pruning" (50%).

   - If heart failure is present, enlargement of the caudal vena cava, liver, spleen, pleural effusion, and ascites may be seen.

 

Radiographic Projections: 

   - Ventrodorsal projection is preferred for evaluating the heart's silhouette and is less stressful for the patient.

   - Dorsoventral projection is better for assessing the caudal lobar pulmonary vessels.

   - Lateral projection is best for evaluating the cranial pulmonary artery.

 

Pulmonary Parenchyma Evaluation:

Radiography can effectively assess lung tissue. In pneumonitis, a mixed interstitial to alveolar density is often observed, typically most severe in the caudal lung lobes. Eosinophilic nodular pulmonary granulomatosis shows interstitial nodules, bronchial lymphadenopathy, and sometimes pleural effusion. Pulmonary thromboembolism (PTE) is indicated by coalescing interstitial and alveolar infiltrates, especially in the caudal lobes, suggesting increased pulmonary vascular permeability and inflammation. Consolidation may occur with massive embolization or pulmonary infarction.

Electrocardiography and Echocardiography in diagnosing heartworm disease (HWD) in dogs:

 

Electrocardiography (ECG):

Arrhythmia Detection:

ECG is useful for detecting arrhythmias but is generally less sensitive for identifying cardiac chamber enlargement in HWD compared to radiography and echocardiography.

 

Limitations:

If radiography doesn’t indicate HWD, ECG is unlikely to be helpful except for arrhythmias, which are rare in HWD (2-4% of cases) except in cases with Caval Syndrome (CS) and heart failure.

 

Supportive Evidence:

ECG can support HWD diagnosis if it shows a pattern of right ventricular enlargement. Studies found ECG abnormalities in 38-62% of dogs with moderate to severe echocardiographic changes due to HWD.

 

Sensitive Parameters:

Specific ECG parameters, such as lead II S waves deeper than 0.8 mV, mean electrical axis greater than 103 degrees, and multiple parameters indicating right heart enlargement, are more sensitive for HWD detection. The presence of P-pulmonale (tall P waves) is rare in HWD.

​

​

Echocardiography:

Sensitivity:

Echocardiography is more sensitive in detecting changes in diastolic dimension, septal, and right ventricular function.

 

Abnormal Septal Motion:

Abnormal septal motion has been observed in some cases of HWD.

 

Dimension Ratio:

The ratio of left-to-right ventricular internal dimensions, normally 3 to 4, is reduced to an average of 0.7 in HWD cases.

 

Worm Detection:

Echocardiography can sometimes demonstrate heartworms in the pulmonary artery, and less frequently in the right ventricle, except in cases with CS or high worm burdens.

 

 

 

Clinical pathology in diagnosing and managing heartworm disease (HWD) in dogs:

 

Hematologic and Serum Chemical Abnormalities:

These are often used to provide supportive evidence for HWD and evaluate concurrent diseases. Common findings include:

   - Low-grade, non-regenerative anemia in 10% of mild to moderate cases, up to 60% in severe cases.

   - Neutrophilia in 20-80% of cases.

   - Eosinophilia in up to 85% and basophilia in about 60% of cases.

   - Thrombocytopenia after arsenical therapy.

   - Elevated liver enzyme activities and occasional hyperbilirubinemia in severe cases.

   - Azotemia in 5% of cases, potentially due to dehydration or heart failure.

   - Albuminuria in 10-30% of cases, leading to hypoproteinemia in severe glomerular disease.

 

Tracheobronchial Cytology:

Useful particularly in dogs with cough, pneumonitis, occult HWD, and minimal radiographic evidence of HWD. Microscopic examination may reveal eosinophilic infiltrate and occasionally microfilariae.

 

Abdominal Fluid Analysis:

In cases of congestive heart failure (CHF), typically shows a modified transudate. Dogs with HWD and right heart failure have elevated central venous pressure (CVP), but ascites can develop at lower CVPs if hypoalbuminemia is present.

 

Biomarkers:

Recent studies have explored biomarkers for HWI/HWD. Elevated C-reactive protein (CRP) levels correlate with pulmonary artery damage and pulmonary thromboembolism (PTE). D-dimer, cardiac troponin I, and myoglobin levels are abnormally high in HWD, indicating PTE and myocardial damage. The clinical application of these biomarkers for diagnosis and evaluation of HWI/HWD requires further study.

Preventing heartworm disease (HWD) in pets:

 

Prevention Challenges:

The main obstacles in preventing HWD include owner ignorance or misunderstanding about heartworm infection (HWI), non-compliance, and inadequate veterinary instruction. Studies show that less than a third of dogs in care receive adequate heartworm prophylaxis.

 

Macrocyclic Lactone (ML) Antibiotics:

Introduced in 1987, MLs like ivermectin, milbemycin oxime, selamectin, and moxidectin are derived from Streptomyces soil microorganisms. They are effective heartworm preventives, administered orally, topically, or by injection, with a large window of efficacy. They also have microfilaricidal properties and some have adulticidal activity if used long-term. However, there is growing concern about heartworm resistance to MLs.

 

Ivermectin:

An avermectin derivative, effective against various parasites and marketed for heartworm prevention. It offers a "reach-back" effect, providing some protection even with lapses in administration. Ivermectin has microfilaricidal and potential adulticidal properties, but care must be taken in breeds with the ABCB1 gene mutation due to toxicity risks.

 

Milbemycin Oxime:

Effective against larval stages of heartworm and certain intestinal worms. It has a two-month "reach-back" effect but can cause adverse reactions in microfilaremic dogs.

 

Moxidectin:

Initially marketed as an oral heartworm preventive, it is also available in topical and injectable forms. It is microfilaricidal and safe for breeds with the ABCB1 mutation but not recommended for very young animals.

 

Selamectin:

A semisynthetic ML offering broad-spectrum protection with topical use. It has a reach-back effect and is effective against heartworms, fleas, and other parasites.

 

Eprinomectin:

Originally for cattle, now available for cats. It has good bioavailability and efficacy against heartworms and other parasites.

 

Prevention Strategies:

Prophylaxis should start at 6-8 weeks of age in endemic areas. Yearlong prevention is advocated by some, though controversial due to seasonal transmission of heartworms. For dogs older than 6 months, testing before starting MLs is recommended. In case of lapses in preventive administration, testing for HWI 7-8 months after the last possible exposure is advised.

 

Repellent Insecticides:

Permethrin-based repellents are effective against mosquitoes, thus reducing the risk of heartworm transmission. They provide an additional layer of protection, especially against ML-resistant heartworm strains.

 

 

Medications for preventing Dirofilaria (heartworms):

 

Ivermectin:

  • Dosage: 6 to 12 mcg/kg/month.

  • Best time to give: Monthly, starting as early as 6 weeks of age.

  • Note: Has a "reach-back" effect for up to 2 months; also microfilaricidal.

 

Milbemycin Oxime:

  • Dosage: 0.5 to 1 mg/kg.

  • Best time to give: Monthly, starting as early as 2 months of age.

Note: Effective against developing larval stages; has a "reach-back" effect of 2 months; also a broad-spectrum parasiticide.

 

Moxidectin:

  • Dosage: Varies depending on formulation (oral, topical, or injectable).

  • Best time to give: Monthly for oral and topical forms; every 6 or 12 months for injectable form.

Note: Safe in Collies and other breeds with the ABCB1 mutation; not recommended for dogs under 6 months or cats.

 

Selamectin:

  • Dosage: 6 to 12 mg/kg topically.

  • Best time to give: Monthly, starting as early as 6 weeks of age for puppies.

Note: Broad-spectrum protection; has at least a 2-month "reach-back" effect.

 

Eprinomectin:

  • Dosage: Not specified for dogs; for cats, it's part of a combination product.

  • Best time to give: Topically, as indicated for cats.

Note: Used primarily in cattle and cats; not commonly used for dogs.

 

For all these medications, it's important to:

  • Start prophylaxis no later than 6 to 8 weeks of age in endemic areas.

  • Test dogs older than 6 months before starting treatment.

  • Maintain consistent administration without interruption for optimal protection.

  • Understand the "reach-back" capability but not rely on it for routine prevention.

 

 

Adulticidal therapy for heartworm disease (HWD):

 

Melarsomine:

Replacing thiacetarsamide (Caparsolate), melarsomine (Immiticide) is an organo-arsenical used for treating HWD. It's safer and more effective than its predecessor. It has a high efficacy rate (90% with two doses, 99% with repeated therapy), but a 90% worm kill does not guarantee all dogs will be clear of infection. Adverse reactions, including thromboembolic events, can occur, so exercise restriction post-treatment is crucial. The split-dose protocol (one injection followed by two more a month later) is safer, especially in severe cases, but involves more expense and arsenic administration.

 

Split-Dose Protocol:

This method involves an initial half dose to kill 50% of the worms, reducing the chance of embolic complications. The subsequent two-dose regimen follows after a month. This approach is recommended for all cases unless financial or health issues (like severe renal or hepatic disease) arise. It has shown better outcomes, including higher seroconversion to negative antigen status, reduced lung and cardiac damage, and better resolution of proteinuria.

 

Doxycycline and Ivermectin Pre-treatment:

Administering doxycycline and monthly ivermectin for a month prior to melarsomine reduces lung lesion severity and provides other benefits.

 

Macrocyclic Lactones (MLs) as Adulticides:

MLs like ivermectin, selamectin, and moxidectin have some adulticidal properties but are not recommended as the primary treatment for adult heartworms due to lower efficacy compared to melarsomine.

 

Exercise Restriction:

Essential post-adulticide treatment, it may require tranquilization or crating at home. Failure to restrict exercise can lead to severe thromboembolic complications.

 

Treatment Process:

Includes initial diagnosis, a minimum database (blood tests, radiography), starting ML preventive, and waiting up to 2-3 months before administering melarsomine. During this time, larvae mature to adulthood, becoming susceptible to adulticidal therapy.

 

Adverse Reactions Management:

In microfilaremic dogs, corticosteroids and antihistamines may be used to reduce the risk of adverse reactions to the first dose of MLs.

Surgical and ancillary therapies for heartworm disease (HWD) in dogs:

 

Surgical Therapy:

 

Method:

A method using flexible alligator forceps for mechanical worm removal was described, showing 90% effectiveness in a study of 36 dogs.

 

Safety and Efficacy:

This technique is considered safe in skilled hands and has shown better outcomes than melarsomine, with fewer pulmonary thromboembolism (PTE) and Caval Syndrome (CS) cases.

 

Limitations:

It requires general anesthesia, skilled operators, fluoroscopy, and may not completely eradicate heartworms. Post-surgical administration of melarsomine may still be necessary.

​

​

Corticosteroids:

 

Use in HWD:

Prednisone, a commonly used steroid, can reduce pulmonary arteritis but may worsen proliferative vascular lesions. It’s used for pulmonary complications, to treat or prevent reactions to microfilaricides, and possibly to minimize tissue reaction to melarsomine.

 

Dosage and Administration:

Prednisone is administered early for 3-5 days and continued or tapered as needed. However, caution is advised due to potential adverse effects.

​

​

Aspirin:

 

Role in HWD:

Aspirin has been studied for its antithrombotic properties in HWD, with mixed results. While it can reduce vascular damage and improve pulmonary conditions, recent studies have shown controversial outcomes.

 

Usage:

If used, it’s started 1-3 weeks before and continued 4-6 weeks after adulticide administration, with monitoring of packed cell volume and serum total protein.

​

​

Heparin Therapy:

 

Application:

Studied in severe HWD cases, particularly with heart failure, heparin showed reduced thromboembolic complications compared to aspirin. It’s administered before and after adulticidal therapy.

​

​

Doxycycline

 

Significance:

Doxycycline targets Wolbachia, an endosymbiont in heartworms, and is beneficial in managing HWI. It has been shown to reduce heartworm burden, PTE after melarsomine therapy, and helps in the slow-kill approach with ivermectin.

 

Treatment Regimen:

Various regimens combining doxycycline with ivermectin have been effective in experimental infections.

 

​

​

Microfilaricidal therapy for heartworm disease (HWD) in dogs:

1. Traditional Timing:

  • Microfilaricidal therapy is usually started 3 to 6 weeks after adulticide administration.

 

2. Macrocyclic Lactones (MLs):

  • MLs like ivermectin and milbemycin oxime are safe and effective alternatives to older drugs for microfilarial clearance. Ivermectin at 50 mcg/kg (eight times the preventive dose) and milbemycin oxime at 0.5 mg/kg (preventive dose) are used off-label for rapid microfilarial clearance.

 

3. Adverse Reactions:

  • These can occur, particularly in dogs with high microfilarial loads. Reactions include shock, depression, hypothermia, and vomiting. Treatment with fluids and corticosteroids (dexamethasone) is effective in managing these reactions. Diphenhydramine and dexamethasone can also be administered preventatively.

 

4. Slower Microfilarial Kill Rate:

  • Achieved with preventive dosages of ivermectin, selamectin, and topical imidacloprid-moxidectin. This approach is safer, with little chance of adverse reactions.

 

5. FDA-CVM Approval:

  • Imidacloprid-moxidectin has an FDA-CVM label claim as a microfilaricide.

 

6. Combination Therapy with Doxycycline:

  • Administering doxycycline along with an ML (like ivermectin) eliminates microfilariae promptly and safely.

 

7. Alternative Approach by the Author:

  • Beginning administration of an ML and doxycycline at diagnosis, prior to adulticidal therapy. This method is simpler, safer, and provides immediate protection against further heartworm infection.

 

8. Precautions and Administration Advice:

  • Owners should be informed about the potential for adverse reactions, especially with large microfilarial burdens. The first dose of milbemycin oxime, if used, should be administered in a hospital setting, potentially with pre-treatment using dexamethasone and diphenhydramine.

Complications and specific syndromes related to heartworm disease (HWD) in dogs:

 

1. Asymptomatic Heartworm Infection: 

  • Most dogs with HWD are asymptomatic but may develop symptoms after adulticidal therapy due to pulmonary thromboembolism (PTE).

  • Treatment involves melarsomine in a split-dose regimen and a macrocyclic lactone (ML) preventive.

  • Risk of PTE can be estimated by semi-quantitation of worm burden and severity of radiographic lesions.

  • Corticosteroids or heparin may be used to manage high-risk cases.

 

2. Glomerulonephritis: 

  • Common in chronic HWD, it poses a therapeutic dilemma when presenting with proteinuria and azotemia.

  • Treatment approach includes hospitalization and intravenous fluids prior to administering the first dose of melarsomine.

  •  

3. Eosinophilic Pneumonitis: 

  • Affects 14% of dogs with HWD, often early in the disease course.

  • Signs include cough, dyspnea, weight loss, and exercise intolerance.

  • Prednisone effectively reduces clinical signs and radiographic findings.

 

4. Eosinophilic Granulomatosis: 

  • A more serious but rare condition.

  • Treatment with higher doses of prednisone can induce remission, but recurrence is common.

 

5. Pulmonary Embolism: 

  • Can occur spontaneously or post-adulticidal therapy, often presenting suddenly after failure to restrict exercise.

  • Management includes strict confinement, oxygen therapy, and possibly corticosteroids, with other therapies like cough suppressants and vasodilators being speculative.

 

6. Congestive Heart Failure: 

  • Results from increased right ventricular afterload due to chronic pulmonary arterial disease and thromboemboli.

  • Treatment focuses on reducing signs of congestion, reducing pulmonary hypertension, improving cardiac output, and blunting the neurohumoral response.

  • Medications used include diuretics, ACE inhibitors, vasodilators, and pimobendan.

 

7. Melarsomine Administration in Heart Failure: 

  • If heart failure is present prior to adulticidal therapy, melarsomine is avoided if the heart failure is refractory; otherwise, it may be offered once clinical response to heart failure management is positive.

 

8. Slow Kill Approach: 

  • Employed if melarsomine cannot be used due to heart failure, using ivermectin and doxycycline.

 

9. Exercise Restriction: 

  • Strongly advised indefinitely to mitigate the risk of complications.

 

 

Complications, specific syndromes, and the prognosis associated with heartworm disease (HWD) in dogs:

 

1. Caval Syndrome (CS): 

  • A severe variant of HWD, mostly affecting male dogs with heavy worm burdens. 

  • Characterized by worms in the right atrium and vena cavae, leading to inflow obstruction, tricuspid insufficiency, and pulmonary hypertension (PHT).

  • Clinical signs include hemolytic anemia, hepatorenal dysfunction, and acute onset of symptoms like anorexia and weakness.

  • Treatment involves fluid therapy and surgical removal of heartworms from the right atrium and vena cavae.

  • Prognosis is poor unless worms are successfully removed, with a high risk of mortality.

 

2. Glomerulonephritis: 

  • Common in chronic HWD, presenting a treatment dilemma in dogs with proteinuria and azotemia.

  • Approached with hospitalization, intravenous fluids, and cautious administration of adulticidal therapy.

 

3. Eosinophilic Pneumonitis: 

  • Early complication in HWD, treated effectively with prednisone.

 

4. Eosinophilic Granulomatosis: 

  • A more serious, rare condition, treated with higher doses of prednisone and possibly immunosuppressive drugs.

​

5. Pulmonary Embolism: 

  • Occurs spontaneously or after adulticidal therapy.

  • Managed with confinement, oxygen therapy, corticosteroids, and other supportive measures.

​

6. Congestive Heart Failure: 

  • Results from increased right ventricular afterload due to chronic pulmonary arterial disease and thromboemboli.

  • Managed with diuretics, vasodilators, and inotropic support.

 

7. Prognosis: 

  • Generally good for asymptomatic HWI, guarded for severe cases.

  • Post-adulticidal therapy, resolution of underlying manifestations of HWD begins.

  • Poor in cases with severe complications like DIC, CS, massive pulmonary embolism, or heart failure.

  • Glomerular lesions and heart failure signs can resolve with successful treatment.

 

8. Aberrant Migration: 

  • Occurs when heartworms migrate to unusual sites like the brain, spinal cord, or eyes.

  • Treatment varies depending on the affected site, ranging from surgical removal to symptomatic treatment.

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